Cómo
superar una situación de miedo tras una lesión deportiva?
Una lesión aunque tenga un mínimo de gravedad, te obliga a mantenerte alejado de la práctica deportiva durante algún tiempo. Al lesionado, durante todo ese tiempo de transición le pueden surgir muchas dudas sobre si su rendimiento cuando vuelva seguirá siendo el mismo que el anterior o no, y además arrastrar posibles dudas frente la actividad donde cabe la posibilidad de que no se sienta igual de seguro y tener una degradación de “confianza en sí mismo” para lograr volver a la tarea.
Aún superado este miedo, siempre queda en el subconsciente un miedo a una posible recaída que te impide regresar y continuar o simplemente te deje peor de lo que te dejó la primera lesión, ya que todos tendemos a protegernos del dolor, y si un miembro ha sido dañado, tendemos a cargar el peso o la acción sobre el opuesto, provocando así sobrecargas, desgarros, e incluso roturas.
En este periodo la ayuda de un buen psicólogo deportivo o bien del propio entrenador, pueden ser clave, ya que puede evitar que se caiga en una depresión frente este miedo surgido o sencillamente alimentar de valor al atleta para que pierda este miedo y así poder regresar al escenario de su actividad. El papel de estos dos es sencillamente la de liberar al atleta de toda esta carga psicológica la cual le impide poder estar tranquilo.
Hay una expresión muy acertada para estos casos, es la siguiente:
No hay mejor ciencia que la paciencia. Y es que solo es necesario que a base de jugar y no pensar en volver a sufrir una recaída física, uno se dé cuenta de que su lesión posiblemente fue un accidente y que no tiene porque volver a ocurrirle. De manera que el atleta siga con su rutina deportiva liberada de toda presión psicológica por parte de las ayudas externas (entradores, psicólogos) o de él mismo con un instinto de autosuperación.
Una lesión aunque tenga un mínimo de gravedad, te obliga a mantenerte alejado de la práctica deportiva durante algún tiempo. Al lesionado, durante todo ese tiempo de transición le pueden surgir muchas dudas sobre si su rendimiento cuando vuelva seguirá siendo el mismo que el anterior o no, y además arrastrar posibles dudas frente la actividad donde cabe la posibilidad de que no se sienta igual de seguro y tener una degradación de “confianza en sí mismo” para lograr volver a la tarea.
Aún superado este miedo, siempre queda en el subconsciente un miedo a una posible recaída que te impide regresar y continuar o simplemente te deje peor de lo que te dejó la primera lesión, ya que todos tendemos a protegernos del dolor, y si un miembro ha sido dañado, tendemos a cargar el peso o la acción sobre el opuesto, provocando así sobrecargas, desgarros, e incluso roturas.
En este periodo la ayuda de un buen psicólogo deportivo o bien del propio entrenador, pueden ser clave, ya que puede evitar que se caiga en una depresión frente este miedo surgido o sencillamente alimentar de valor al atleta para que pierda este miedo y así poder regresar al escenario de su actividad. El papel de estos dos es sencillamente la de liberar al atleta de toda esta carga psicológica la cual le impide poder estar tranquilo.
Hay una expresión muy acertada para estos casos, es la siguiente:
No hay mejor ciencia que la paciencia. Y es que solo es necesario que a base de jugar y no pensar en volver a sufrir una recaída física, uno se dé cuenta de que su lesión posiblemente fue un accidente y que no tiene porque volver a ocurrirle. De manera que el atleta siga con su rutina deportiva liberada de toda presión psicológica por parte de las ayudas externas (entradores, psicólogos) o de él mismo con un instinto de autosuperación.
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“¡SOLO LA MENTE PONE BARRERAS, NO DEJES QUE TUS MIEDOS
ACABEN CON TU MEJOR TU!”
Cada lesión es única, cada persona tiene unas características diferentes, cada
recuperación puede ser diferente, la actividad deportiva practicada también lo
es… Es fundamental la opinión médica y el tratamiento terapéutico adecuado para
cada persona, cada lesión y el objetivo a conseguir.
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Superar una lesion y volver a jugar... E ahí un reto difícil. La recuperación tras una lesión trasciende a lo físico, si no se centra y se "trata" la mente(parte indispensable en cualquier recuperación", mejorar es posible, pero conseguirlo...eso ya es otra cosa.
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