Tengo 26 años, y llevo desde los 20 practicando capoeira, debido a una lesión
que sufrí hará cosa de un año (Luxación del hombro izquierdo). Desde entonces
he intentado recuperarme con ejercicios deportivos suaves y específicos,
enfocados a obtener la movilidad que tenía y fortalecer la articulación lo
mejor posible. Me he dedicado a ello en el gimnasio, en casa, en
fisioterapeutas…he trabajado duro y hoy por hoy puedo decir que mi hombro está
recuperado al 100%.
Siempre he querido volver, volver a disfrutar de las clases que (aunque duras) me hacían olvidar cualquier problema o día por muy duro que fuera. Tras 8 meses volví y lo intenté pero el miedo era más fuerte incluso que mis ganas, que puedo asegurar que eran inmensas, y tras una sola clase en la que me sentí perdido, sin fuerzas, “inútil”, no volví. Por cobardía deje la actividad que tanto me apasionaba, pero es que el riesgo a sufrir una posible recaída o otra posible luxación me hacía parar, y esta decisión puedo decir que es una de las más difíciles y duras que he tomado en mi vida.
¿Volvería a intentarlo? Sin duda. ¿Lo conseguiría? Sin ayuda no lo creo. Tras un tiempo de reflexión, he decidido seguir adelante, pasar página, y buscar alguna actividad o disciplina que me vuelva a llenar tanto como la que practicaba, y es que no es fácil ni sencillo, todo depende de la mente, de uno mismo, lo sé. Pero en eso consiste todo, en seguir intentándolo, avanzando, no parándose, sino los miedos te hunden en una espiral de la que no te dejan salir, y como seres humanos, estamos muy por encima de eso. ¿O no?
Siempre he querido volver, volver a disfrutar de las clases que (aunque duras) me hacían olvidar cualquier problema o día por muy duro que fuera. Tras 8 meses volví y lo intenté pero el miedo era más fuerte incluso que mis ganas, que puedo asegurar que eran inmensas, y tras una sola clase en la que me sentí perdido, sin fuerzas, “inútil”, no volví. Por cobardía deje la actividad que tanto me apasionaba, pero es que el riesgo a sufrir una posible recaída o otra posible luxación me hacía parar, y esta decisión puedo decir que es una de las más difíciles y duras que he tomado en mi vida.
¿Volvería a intentarlo? Sin duda. ¿Lo conseguiría? Sin ayuda no lo creo. Tras un tiempo de reflexión, he decidido seguir adelante, pasar página, y buscar alguna actividad o disciplina que me vuelva a llenar tanto como la que practicaba, y es que no es fácil ni sencillo, todo depende de la mente, de uno mismo, lo sé. Pero en eso consiste todo, en seguir intentándolo, avanzando, no parándose, sino los miedos te hunden en una espiral de la que no te dejan salir, y como seres humanos, estamos muy por encima de eso. ¿O no?
Un caso entre tantos de abandono deportivo tras una lesion. Aun siendo aquello que mas te guste, incluso a lo que te puedas llegar a dedicar. El miedo a volver a recaer en lo mismo y sufrir el mismo dolor o incluso mas fuerte supera las ganas o el entusiasmo que puedas poner en la actividad. Un buen tratamiento seria lo mas recomendable, y un psicologo deportivo indispensable
ResponderEliminarTienes razón, pero por eso tenemos que ser nosotros los que dominemos plenamente nuestra mente. Porque si de verdad nos gusta lo que hacemos, no tendría que haber ninguna barrera posible para tirar adelante i seguir intentandolo. "A base de golpes uno aprende, crece y avanza con más rapidez"
ResponderEliminarTienes razón en parte, pero la mente es lo que nos rige en todo lo que hacemos nos guste o no. A nivel inconsciente aunque pongas todas tus ganas en hacer algo, si eso te ha producido un dolor muy fuerte tu subconsciente no te dejara estar al 100%.
ResponderEliminarLa fuerza psicológica de cada uno es muy determinante para esta clase de casos, yo pienso que si dominamos la mente dominamos el cuerpo.